miércoles, 23 de marzo de 2011

PROTECCIÓN DE LOS ANGELES DURANTE UN TSUNAMI


Vivo en Kailua-Kona, Hawaii donde la semana pasada nos evacuaron como resultado del Tsunami causado por el terrible terremoto de Japón, el cual llegó a las costas orientales de la Isla Grande de Hawaii pocas horas más tarde. Esa semana estaba siendo anfitriona de los arcángeles. El año pasado en la costa occidental hubo otra evacuación parecida por peligro de Tsunami pero no pasó nada. Esta vez, no obstante, nada más enterarme del aviso de evacuación, sentí que la cosa iba en serio y que iba a ocurrir en el lado de la isla en el que habito.
Una señora impedida a la que ayudo profesionalmente me ofreció quedarme en su c asa. Al principio dudé, pero luego algo me dijo: “Está muy bien. Acepta”. Llamé a un par de amistades para que comenzaran a rezar y a enviar en mi dirección la presencia de los Arcángeles. Invoqué asimismo a los arcángeles para que quitaran cualquier obstáculo que me impidiera alcanzar la casa a la que había sido invitada. Tuve que ir a mi apartamento a recoger mis cosas importantes y mis objetos valiosos.  De camino pude ver la cola de coches que se apiñaban en la dirección que debía ir para alcanzar la casa donde se me había ofrecido alojamiento. Después de recoger mi s cosas y de pedir ayuda a los ángeles, las mismas calles que antes habían estado abarrotadas de coches, estaban ahora despejadas. En concreto pedí al Arcángel Miguel al que recurro a menudo cuando conduzco mi coche.
Cuando llegué a la casa donde me habían invitado a quedarme, empecé a sentir mucha ansiedad y tuve dificultades para relajarme e irme a dormir. Por suerte me había traído tapones para los oídos de tal manera que pude bloquear el sonido estridente de las sirenas de alarma que no paraban de tocar. Pude dormir durante unas pocas horas. Según meditaba al día siguiente, sentí la presencia de los ángeles y algo en mi interior me dijo que claro que estaban allí conmigo si bien yo hubiera preferido estar en mi propia casa donde había preparado un altar para ellos.
La mujer que iba a venir a ayudar a la señora con la que me había quedado llamó para decir que no podía venir debido a que habían bloqueado algunas de las carreteras de acceso después de que las olas del tsunami golpearon la costa. Así que me quedé yo a ayudarla. No tenía certeza de cuando iban a volver a abrir las carreteras que habían cortado, las mismas que yo debía tomar para volver a casa. Tenía muchas ganas de volver a casa después del trabajo matutino y de las pocas horas de sueño. Recé internamente para que se abriera una senda por la que poder retornar a mi casa. La señora con la que me había quedado me sugirió que fuese hacia arriba por unas calles que me sugirió. Como por arte de magia pude llegar a mi casa sin problemas y sin retrasos. Atribuyo lo fácil que resultó todo a la presencia de los ángeles. Pude quedarme con ellos en mi apartamento el último día que estuvieron conmigo y luego enviárselos debidamente a mis amigos. Muchas gracias arcángeles por vuestra guía y por vuestros poderes.
Aloha,

No hay comentarios:

Publicar un comentario